Reseña
La llegada del verano supuso un respiro para algunas de las familias más vulnerables: desciende el desempleo entre los hogares acompañados por Cáritas. Pero los pulmones no se llenan por completo, pues a pesar de haber más oportunidades para tener un empleo más de la mitad de las personas siguen en búsqueda de trabajo (55,4%), y más de 1 de cada 10 personas tiene un empleo informal.
Quienes trabajan asumen además riesgos de contagio: casi 4 de cada 10 personas asumen bastantes o muchos riesgos debidos a su actividad laboral. Además, en caso de tener que hacer cuarentena por posible contagio o contacto con alguna persona positivo por COVID, más del 70% de personas se enfrentaría a graves dificultades en forma de problemas con los empleadores, despido o ausencia de ingresos.
A pesar de los datos de cierta recuperación en el empleo, cerca de 246.000 personas viven en hogares
que no cuentan con ningún ingreso económico, de forma que sigue habiendo más hogares sin ningún ingreso que en febrero. Esto se traduce en que más de la mitad de hogares acompañados por Cáritas están en situación de pobreza severa, es decir, con ingresos inferiores a 370 € al mes para un hogar unipersonal o a 776 € para hogares formados por dos adultos y dos niños.
ÍNDICE
- Resumen ejecutivo
- Introducción
- 1. Estructura económica y laboral de las personas en situación de vulnerabilidad.
- 2. Otras dimensiones de las condiciones de vida.
- 3. Mirando al futuro: esperanza, preocupación y la incertidumbre de no saber cuándo terminará esta crisis.
- 4. Dificultades especiales entre colectivos específicos: los más vulnerables en la exclusión.
- Ficha técnica de la investigación y equipo de trabajo
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