ÁFRICA

Conflictos armados, pobreza, desigualdad, crisis ambientales o falta de oportunidades son algunas de las causas que llevan a muchas personas a migrar. Cáritas acompaña procesos de movilidad humana forzada poniendo en el centro a la persona, su dignidad y derechos. Coordinamos la acción a través de nuestra red internacional brindando acogida, acompañamiento y recursos a dichas persona a lo largo de su trayecto migratorio: origen, tránsito y destino.

Apoya a las personas que luchan por mejorar su vida 

AMÉRICA LATINA

Asomarse hoy a América Latina es ver una región que ha basado su desarrollo en un modelo productivo cortoplacista y agresivo con el medioambiente, vulnerando los derechos humanos de los pueblos que habitan el territorio. Por ello, Cáritas centra gran parte de su acción en la Amazonía, acompañando procesos vinculados a la promoción, exigibilidad y defensa de los derechos humanos: acceso a tierra, medios de vida, organización y liderazgo comunitario, entre otras.

Colabora en la defensa sus derechos

ASIA

El derecho a la alimentación es un sector prioritario para Cáritas en la región asiática. Centramos nuestra acción en la promoción de una agricultura familiar, ecológica y sostenible en zonas con altos índices de pobreza y desnutrición, implementando medidas de mitigación y adaptación al cambio climático que garanticen a las comunidades el derecho a la alimentación en condiciones de calidad y sostenibilidad ambiental.

Ayuda a las familias a salir de la pobreza 

MEDIO ORIENTE

Sufre las consecuencias de graves crisis humanitarias. Los diferentes conflictos armados afectan a millones de personas sin obtener soluciones por parte de los Estados y organismos internacionales. Cáritas considera que sin paz no hay desarrollo y por ello promueve iniciativas que contribuyen a la construcción de la paz apoyando a la sociedad civil afectada, trabajando por la prevención y reconciliación y favoreciendo el diálogo interreligioso.  

Únete para crear una paz duradera 

EUROPA DEL ESTE

La tensión social y política que vive actualmente Europa del Este, fruto del éxodo de millones de personas que huyen de la guerra y la pobreza, hace que centremos nuestra acción en la atención a las personas desplazadas y refugiadas. Nuestro trabajo se adapta a la realidad de las personas que atendemos y va desde la entrega de alimentos y medicamentos hasta el acompañamiento psicosocial desde el cuidado y la escucha.

Ofrece oportunidades a los migrantes 

Las personas son el centro de nuestra acción

Juanita

Vivo en Zambales, junto a mi marido y nuestro ocho hijos. Es una provincia filipina azotada por tifones y afectada por las actividades mineras. Gracias al proyecto de Cáritas de derecho a la alimentación puedo producir abono orgánico para nuestro cultivo de arroz, nuestra cosecha ha mejorado y vendemos el excedente. Su familia ya no es tan vulnerable a los desastres naturales y el hambre.

Jóvenes en Palestina

Nuestro día a día es muy difícil, nos sentimos olvidados. Por eso convivir y realizar actividades con jóvenes de otros países que quieren conocer nuestra realidad es para nosotros un gran apoyo,  nos hace ver que no estamos solos. Los lazos de amistad que se crean nos animan a ser el cambio que el mundo necesita.

Afaf y su familia

Abandoné Siria con mis hijos, tenía que ponerles a salvo, mi marido se quedó allí. La huida ha sido espantosa, un trozo de metralla alcanzó a mi hijo y han tenido que operarle seis veces. Atravesamos Líbano, Túnez, Marruecos y finalmente llegamos a España, aunque dos de mis hijos tuvieron que quedarse y reunirnos más tarde. No quiero que ninguna familia tenga que pasar lo que nosotros hemos vivido.

Mujeres que defienden sus derechos 

En nuestra aldea las mujeres hemos estado marginadas durante muchísimo tiempo y nuestros derechos no eran considerados, desgraciadamente es algo bastante frecuente en República Democrática del Congo. Los pequeños conflictos pueden llegar incluso a la intervención de grupos armados. Por eso hemos decidido movilizarnos y organizarnos en comités que nos permiten luchar y defender nuestra dignidad.

Valeria

Pertenezco a una comunidad indígena, pero he tenido que venir a vivir a Bogotá porque asesinaron a mi marido cuando defendía nuestras tierras y me vi sola con mis tres hijos. Vivimos en una tienda de campaña y yo hago y vendo artesanías, no queremos mendigar. Cada día lucho por mantener todo lo bueno de mi cultura indígena, pero es duro vivir lejos de la tierra donde nací.

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