INFORME FOESSA COMUNIDAD DE MADRID
CARITAS ALCALÁ
Cáritas ha presentado el “Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en
la Comunidad de Madrid” de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología
Aplicada). Los principales resultados de este trabajo de investigación alertan de que la cohesión social
en nuestra comunidad ha sufrido un “shock” sin precedentes como consecuencia de la tensión que ha
sufrido la actividad económica y el empleo a causa de la irrupción del SARS CoV-2.
El informe que se ha presentado, junto con el informe global de la “Evolución de la cohesión social y
consecuencias de la Covid-19 en España”, ha sido desarrollado por 30 investigadores de 10
universidades y entidades de investigación. Un equipo de encuestadores profesionales ha llamado a
más de 90.000 puertas a nivel estatal y 7.000 hogares en Madrid, recogiendo la información de casi
19.000 personas en el Estado, y 1.600 personas en Madrid.
Los resultados de esta investigación reflejan que en la Comunidad de Madrid un millón y medio de
personas se encuentran en situación de exclusión social. Esto supone cinco puntos más que antes de la
pandemia (del 17% en 2018 al 22%), es decir, 370.000 personas más en exclusión social. Es especialmente grave el aumento de las personas en situaciones más difíciles, con un aumento del 25%
de las situaciones de exclusión severa, que alcanza ya a 800.000 personas.
Los resultados también indican un aumento de la desigualdad entre los más pobres, que han visto
reducidas sus rentas un 22%, que contrasta con el crecimiento del 18 % de las rentas de las personas
con mayores ingresos. El desplome de rentas del quintil con menores ingresos explica el aumento de la
pobreza severa.
Los hogares más afectados por la exclusión
El colectivo más numeroso dentro del espacio de la exclusión social es el de los hogares en área urbana
encabezados por personas de nacionalidad española. Sin embargo, si nos fijamos en el porcentaje de
personas de un colectivo concreto afectadas por la exclusión social, vemos que hay hogares con mayor
probabilidad de sufrir la exclusión social:
– Los sustentados por mujeres, la incidencia de la exclusión es del 23 % frente al 21 % en el caso
de los hombres.
– Aquellos con dos o más miembros menores de edad. En los hogares con dos o más menores, la
tasa de exclusión triplica la de los hogares sin menores, alcanzando a 4 de cada 10 familias
numerosas.
– Aquellos en que la sustentadora principal es de nacionalidad extranjera. La prevalencia de la
exclusión social es del 51 %, frente al 17 % de los hogares encabezados por personas de
nacionalidad española.
– Los hogares monoparentales a cargo de mujeres. La incidencia de la exclusión social es del 33%,
siendo especialmente intensa en mujeres menores de 45 años.
Por el contrario, los hogares con menores probabilidades de exclusión social son aquellos sin
miembros menores de 18 años; en los que la persona sustentadora principal tiene estudios superiores
y los encabezados por personas de 65 o más años.
Empleo, viviendo y salud, principales factores de exclusión
En Madrid la pandemia también ha tenido un importante impacto sobre el mercado de trabajo.
Aunque, comparativamente, dicho impacto ha sido menor que el registrado en el conjunto del país y
los últimos meses ofrecen datos positivos, hay datos preocupantes.
Se ha producido un empeoramiento de las condiciones de trabajo lo que genera más trabajadores
pobres. La inestabilidad laboral grave se ha duplicado y alcanza ya a 169.000 familias. El paro de larga
duración ha tenido una evolución especialmente negativa, pasando en Madrid del 30% en 2018 al 39%
de 2021 (sobre el total de las personas desempleadas).
El desempleo que afecta a toda la familia se ha incrementado un 50% y provoca que en 150.000
hogares todas las personas activas estén desempleadas. Las tasas de desempleo son particularmente
elevadas entre las personas menores de 25 años (33%) y entre las personas de nacionalidad extranjera
(19%).
Los problemas relacionados con la vivienda afectan además a una cuarta parte de la población de
Madrid. El precio de la vivienda se ha incrementado un 44 % desde 2015, muy por encima de la media
de España, según el Índice de Precios de la Vivienda que elabora el INE. También está afectando el
aumento del coste de los suministros básicos (electricidad y gas, principalmente). Algunos de los
indicadores más destacados serían:
– El 16 % de los hogares en la Comunidad de Madrid quedan por debajo del umbral de la pobreza
severa tras pagar los gastos de la vivienda, lo que sitúa a más de 400.000 familias con una
reducida capacidad económica para terminar el mes.
– Se ha triplicado la proporción de personas que residen en una vivienda insegura (con amenaza
de desahucio, tenencia en precario, malos tratos), pasando del 3% al 11%.
Otro de los problemas relevantes es la falta de acceso a medicación o tratamientos a causa de
problemas económicos. Casi 300.000 hogares (11 %) han dejado de comprar medicinas, prótesis,
seguir tratamientos o dietas por problemas económicos. También, hay que resaltar que la tasa de exclusión entre las personas que padecen una enfermedad mental supera en 10 puntos la del conjunto
de la población. Las familias madrileñas en las que alguien sufre un trastorno de salud mental
diagnosticado alcanzan el 14%.
La brecha digital
El aumento de la desigualdad no afecta sólo a los ingresos sino también a otros ámbitos. Uno de ellos
es la brecha digital. 240.000 hogares están afectados por ella. Afecta especialmente a los hogares
conformados solo por personas mayores de 65 años y personas sin estudios. De estos hogares, 82.000
se encuentran en situación de exclusión social.
Relaciones sociales y familiares
La crisis del Covid-19 está erosionando la calidad de las relaciones familiares, vecinales y de
comunidad. Los problemas relacionados con el eje social son los que en términos relativos más han
crecido desde 2018. Si entonces afectaban al 5% de la población, ahora afectan al 14%. Supone un
aumento del 200% en tres años.
Han aumentado las situaciones de aislamiento y de conflicto social. Estas últimas reflejan un aumento
superior al 300% en términos relativos. Las situaciones que más han aumentado han sido las
relacionadas con malos tratos, malas relaciones dentro del hogar y embarazos adolescentes. El
aumento ha sido aún más pronunciado entre las personas en exclusión social.
La ayuda mutua entre hogares en la Comunidad de Madrid se ha reducido hasta el 26% (respecto al
40% de 2018). Los hogares que ni dan ni reciben ayuda han pasado del 38% al 44%.
Retos
Las medidas de protección social adoptadas por las diferentes Administraciones durante el Covid-19
han evitado una situación que podía haber sido mucho peor que la que la actual, pero no ha sido
suficiente. El sistema de protección social debe evitar que las nuevas situaciones de exclusión o su
intensificación se transformen en crónicas.
Es preciso resaltar el limitado desarrollo del Ingreso Mínimo Vital, que en septiembre de 2021 sólo
llegaba al 19% de la población en situación de pobreza severa. También es preciso llamar la atención
sobre la insuficiente adecuación de la Renta Mínima de Inserción tras el desarrollo del Ingreso Mínimo
Vital. Muchas personas han visto denegada, retirada o reducida la renta mínima por problemas ajenos
a su situación. Urge asegurar una correcta compatibilidad entre ambas prestaciones.
En necesario garantizar un sistema de salud público de calidad, con especial atención a las personas en
exclusión social, así como una mayor atención a los problemas de salud mental. Es preciso impulsar
nuevas políticas frente a la exclusión residencial, que es un problema que no deja de aumentar en la
Comunidad de Madrid.
Es necesario seguir dando pasos para contrarrestar la brecha digital, pero al mismo tiempo mantener
canales de atención presencial para las personas que se quedan fuera de este sistema.
ALCALÁ GETAFE MADRID
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