Noticia25/10/2016

Primera Convivencia de la Cáritas Castrense

Los participantes abordan en el encuentro el reto de la consolidación de las Cáritas Parroquiales Castrenses.

A partir de hoy y hasta el 27 de octubre, la Residencia Militar de Navacerrada acoge la primera Convivencia de Cáritas Castrense, una actividad que se enmarca dentro de los compromisos adquiridos por la misma en el Proyecto del Fondo Interdiocesano de Cáritas Española a realizar en los próximos tres años (2016-18).

El objetivo del citado Proyecto es “la consolidación de las Cáritas Parroquiales Castrenses (CPC), ya en funcionamiento, y la creación de, al menos, diez Cáritas Parroquiales más”. Se trata, con ello, de conseguir que todo compañero castrense y sus familias, que necesiten ayuda, la reciban en el ámbito más próximo a su residencia.

De cara a poder avanzar en ese proyecto, esta convivencia se centra, en palabras de sus organizadores, en “conocer la situación real de las CPC que intervienen en el proyecto del Fondo Interdiocesano, con la finalidad de poder elaborar un nuevo plan de acción”.

Bajo la presidencia del arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, y con la participación del presidente y el secretario general de Cáritas española, Rafael del Río y Sebastián Mora, respectivamente, en las jornadas se darán cita algunos miembros del Órgano Central de la Cáritas Castrense y representantes de las 15 Cáritas Parroquiales ya constituidas (La Dehesa, Granada, Armada, Getafe, Dirección General de la Guardia Civil, Melilla, Cuatro Vientos, Cuartel General del Ejército del Aire, El Goloso, Las Palmas, Ronda, Málaga, Torrejón, San Javier y GR-El Pardo).

Además, está prevista la presencia de algún miembro-observador de las parroquias o capellanías castrenses, que han manifestado ya su interés por integrarse en nuestra joven estructura social.

Multiplicar resultados

Las experiencias que se compartan en esta Convivencia permitirán incorporar esta actividad en el manual del buen hacer de Cáritas Castrense. Como señalan los responsables de estas jornadas, “del trabajo bien hecho, de la entrega sin más pago que el deber cumplido y de la solidaridad de nuestros voluntarios en las distintas Cáritas Parroquiales, que nadie dude. Pero si a ello le añadimos, la acción conjunta, la coordinación de esfuerzos y el apoyo mutuo entre nosotros, los excelentes resultados obtenidos, hasta el momento, se multiplicarán”. Y añaden: “La convivencia, si se vive con intensidad de espíritu y se acude con la mente abierta para escuchar, exponer y transmitir experiencias, dejaremos de ser una organización para ser una familia; y eso también es hacer Iglesia.

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