Ningún hogar sin luz ni calor en Burgos
Con la participación de todas las comunidades, con esta iniciativa se busca tener una voz común ante este drama social
Organizado por el Departamento Diocesano de Formación Sociopolítica de Burgos, esta tarde, a 20 horas, la Plaza Mayor de esta ciudad castellano-leonesa acogerá un gesto público bajo el lema “Ningún hogar sin luz ni calor” al que han sido convocadas todas las parroquias de la Diócesis y la ciudadanía para reclamar condiciones de vida digna para las familias en situación más precaria.
Como Iglesia en Burgos y con la participación de todas las comunidades presididas por el arzobispo, monseñor Fidel Herráez, con esta iniciativa se busca tener una voz común ante este drama social.
Aumento de la precariedad
El Departamento Sociopolítico y Cáritas Diocesana de Burgos han venido recogiendo el impacto que sobre muchas familias y personas solas produce la falta de recursos y sus dificultades para llegar a fin de mes. La precarización del mercado laboral y los bajos ingresos hacen que muchas personas no puedan afrontar los gastos básicos para el acceso a condiciones de vida dignas, entre las que se encuentran el poder afrontar el pago de los suministros para el hogar.
Se ha vivido durante la crisis un proceso lento de empobrecimiento de muchas familias, que se ven abocadas a recortar en gastos de calefacción, educación o salud. Se pretende denunciar con este gesto una problemática acuciante: la falta de ingresos suficientes que derivan en situaciones de exclusión, precariedad, falta de salud, pérdida de derechos, etc.
Cáritas Burgos ha triplicado en los últimos años su presupuesto destinado a atender este tipo de necesidades relacionadas con los suministros domésticos de energía, hasta alcanzar un 8% del total de ayudas directas, lo que supone cerca de 90.000 euros.
El acto ofrecerá una reflexión a partir de unos datos y unos textos, para posteriormente hacer una marcha en silencio por algunas calles peatonales del centro. Al final se hará una colecta entre los allí presentes, sugiriendo la aportación de “un día de salario” o bien otra cantidad para ayudar, a través de Cáritas, a quienes no pueden pagar la luz y la calefacción. Con este gesto se pretende, además, dar sentido solidario al día de ayuno del Miércoles de Ceniza que marca el inicio de la Cuaresma: nos privamos de algo nuestro para compartirlo con los más necesitados.