José Martín Valliriáin, nuevo director de Cáritas Diocesana de Cuenca
Toma el relevo de Silvestre Valero, que ha desempeñado el cargo durante los últimos 16 años
El Consejo Diocesano de Cáritas Diocesana de Cuenca, en sesión extraordinaria celebrada el 21 de diciembre de 2016, con la presencia del obispo de la diócesis, monseñor José María Yanguas Sanz, propuso a José Martín Valliriáin como nuevo director de Cáritas Diocesana. Esta propuesta fue aprobada por unanimidad de los miembros del Consejo presentes.
Posteriormente, monseñor Yanguas procedió al nombramiento del nuevo director mediante un decreto firmado el 21 de diciembre de 2016. Una vez comunicado este Decreto y publicado en el Boletín Oficial del Obispado, el pasado 18 de enero tuvo lugar el acto de toma de posesión.
José Martín Valliriáin es licenciado en Ciencias Empresariales y en Ciencias Políticas y Sociología, y máster en Auditoría. De 1970 a 2006 ha ocupado puestos directivos en los sectores de fertilizantes (Grupos Fertiberia y Explosivos Río Tinto); financiero (Caja Rural de Sevilla y Caja Castilla La Mancha); y sanitario (ONG Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús y Complejo Sanitario Alameda, de Cuenca).
De 2007 a 2015 ha colaborado como profesional libre con el Instituto de Auditores Internos de España en el sistema de calidad de la auditoría interna.
Desde 2009 es Profesor de la Escuela de Negocios IDE-CESEM, de Madrid, en los máster sobre Dirección y Gestión de Personas. Es miembro desde 2007 del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos del Obispado de Cuenca.
Despedida de Silvestre Valero
En el acto de toma de posesión, el director saliente de Cáritas Cuenca, Silvestre Valero, que ha desempeñado el cargo durante los últimos 16 años, pronunció unas emotivas palabras de despedida, en las que señalaba cómo “con mis aciertos y mis errores, he vivido intensamente estos años, he sido feliz y he descubierto de manera más plena mi vocación en la vida: el compromiso con los más necesitados. Ellos me han regalado, día a día, la sabiduría de vivir y me han permitido caminar a su lado descubriendo a Jesús de Nazaret y su evangelio. Siempre les estaré agradecido y les prometo que mis planteamientos y compromiso en la vida serán siempre desde la mirada de los más necesitados, desde los descartados, con quienes he aprendido a ver”.
“Siento no haber podido hacer más –añadió— para llevar a cabo el cambio de unas estructuras sociales y religiosas donde se ponga como centro y tarea primordial la dignidad y desarrollo integral de cada persona humana, donde los derechos humanos sean el único interés, más allá de las ideologías y ritos ancestrales vacíos de contenido”. Finalizó su alocución con un agradecimiento “a los trabajadores y voluntarios que juntos hemos hecho este trecho del camino y os pido perdón por mi falta de compromiso y fidelidad”.
