Venzamos al miedo
Alentamos a impulsar espacios abiertos de encuentro con las personas migrantes.
Hasta la fecha la sociedad española, ha sido y es una sociedad solidaria, empática y generosa con las personas migrantes y refugiadas. Así, los últimos barómetros de opinión realizados en nuestro país por parte del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del Eurobarómetro concluyen que, los españoles consideran como principales problemas: el Paro, los problemas de índole político, los políticos, o la corrupción y el fraude.
Sin embargo, debemos seguir atentos y desarrollando estrategias que fomenten la tolerancia y la cohesión social, de tal forma, que ciertos mensajes políticos y mediáticos interesados en agitar el miedo y el odio no logren despertar estereotipos y prejuicios negativos larvados sobre las personas migrantes y refugiadas. Dado que no vivimos una avalancha; ni vienen a quitarnos el trabajo; ni las ayudas sociales; ni aumentan la delincuencia; ni atacan nuestra identidad nacional.
No obstante, la tarea es más complicada de lo que parece, ya que para superar la desconfianza hacia el extranjero no son suficientes únicamente las campañas informativas, que prueben la falsedad de estos estereotipos, sino que son imprescindibles acciones que vayan dirigidas a un encuentro personal e individual del otro, el diferente.
Así, sólo lograremos superar las desconfianzas afectivas y vencer de forma real y definitiva al miedo cuando conozcamos historias de vida, personas que tuvieron que migrar o huir de un conflicto, pero que como nosotros tienen las mismas aspiraciones e ilusiones personales y familiares.
La diversidad más que entenderla por medio de estudios sociodemográficos hay que vivirla. Debemos descubrir e interesarnos por conocer a las personas migrantes y refugiadas presentes en lo cotidiano del barrio, la escuela y la parroquia. Poner nombre y apellidos a las personas, reconocer en sus inquietudes y anhelos más profundos, las nuestras, es el antídoto para superar el miedo.
En este sentido, el Papa Francisco nos alienta como personas cristianas a no dejarnos condicionar ni por los miedos ni por la ignorancia. Alertándonos de los políticos que instrumentalizan el odio y el miedo para sus fines electorales, y nos invita a trabajar de forma activa en la prevención del racismo y la xenofobia. Así, nos interpela a salir de nuestra zona de confort para refutar esos argumentos falsos y simplistas que a diario nos encontramos, en la familia y con los amigos.
En Cáritas estamos empeñados en que esa corriente de opinión que vivencia a las personas migrantes y refugiadas como una oportunidad de enriquecimiento, continúe viva y haciéndose realidad en nuestras ciudades y barrios. Para ello, somos conscientes que será clave también que en lo cotidiano todos y todas juguemos un papel más activo en las conversaciones, reuniones familiares o cenas con amigos. Por ello, alentamos a la comunidad cristiana, en particular, a que no se deje embaucar, para unidos impulsar espacios abiertos de encuentro.