La Virgen María, nuestro modelo
Enrique Carrero, Columna Opinión Revista Diocesana "Padre de Todos"
Enrique Carrero
Director Cáritas Diocesana de Getafe
Columna de Opinión, Revista Padre de Todos
Entre esos miles de vídeos que recibo en el móvil, ha llegado uno en el que el papa Francisco, con motivo de la Navidad, habla de la grandeza de María como Madre.
Me he fijado en estas palabras del Papa refiriéndose al establo de Belén:
“María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura”.
En ellas se encuentra un mensaje que pone de relieve la fuerza transformadora de la ternura. Cuando se anifiesta, tiene la capacidad de hacer felices a las personas y mucho más agradables ciertas situaciones. El Papa nos muestra a María como modelo de ternura.
La ternura refleja una especial sensibilidad. Es un sentimiento subjetivo que denota cariño y deseo de proteger.
Se manifiesta con el afecto y el amor desinteresado. Gracias a ella, podemos dar lo mejor de nosotros mismos.
La practicamos a través de pequeños detalles: mostrar interés por el otro, escucharle atentamente, poner un gesto amable, estar donde y cuando hace falta, acariciar con la voz y con la mirada, comprender… Son gestos de entrega.
Ternura. Un sentimiento humano que todos debemos cultivar y practicar, muy especialmente los que trabajamos en Cáritas. Nuestra misión se centra en estar junto a los más frágiles y débiles.
Ellos son muy valiosos y queremos cuidarles por encima de todo. El débil nunca debe ser tratado con aspereza.
Tomemos el modelo de María, como nos propone el papa Francisco.