Enrique Carrero, Vicepresidente de Cáritas Española
Director Cáritas Diocesana de Getafe
Cáritas: ¿Qué espera de su nueva etapa como vicepresidente de Cáritas Española?
Enrique Carrero: Llego a esta etapa con gran ilusión. Trabajar al servicio de la acción caritativa y social de la Iglesia es un propósito al que me com- prometí hace años. No soy un profesional del trabajo social, soy un voluntario. Un voluntario con mucha inquietud y con disposición interior para hacer la voluntad de Dios. Su voluntad es que atendamos a nuestros hermanos más desfavorecidos. Así pues, las nuevas responsabilidades me ofrecen una gran oportunidad para seguir sirviendo a la Iglesia.
Cáritas: ¿Qué balance hace de sus siete años como director de Cáritas Getafe?
Enrique Carrero: El balance es muy positivo. He sido voluntario en una Cáritas Parroquial; después, he tenido que acometer tareas diocesanas; desde donde, además, he ido conociendo y realizando labores confederales. Un recorrido que, desde mi punto de vista, me ha dado una visión de nuestra acción en diversos campos. Un proceso de maduración que ha supuesto aprendizajes, toma de decisiones (a veces difíciles), discernimiento, escuchar atentamente lo que nos dicen los demás y lo que nos dicen los acontecimientos, fortaleza para dirigir y, sobre todo, iniciativa y determinación. Creo que ha sido un buen entrenamiento en mi compromiso con Cáritas. Todo ello, mirando a Dios, porque se hace por amor a Él. De esta experiencia, espero que algo haya quedado en mi corto entendimiento y deseo poderlo aportar, humildemente, desde la vicepresidencia.
Cáritas: ¿Cuáles son los principales retos que se le presentan a la Institución?
Enrique Carrero: El reto más importante se centra en la principal misión de Cáritas: el servicio a la evangelización. La Exhortación Postsinodal Evangelii nuntiandi del papa Pablo VI lo expresa con claridad: «La caridad fraterna vivida, el pan compartido, no tiene pleno sentido más que cuando se con- vierte en testimonio, provoca la admiración y la conversión, se hace predicación y anuncio de la Buena Nueva» (n.º 15). Así pues, nuestro trabajo al servicio de la caridad tiene pleno sentido cuando se orienta a la evangelización. De hecho, creo que así lo sentimos y lo vivimos en Cáritas. Y debe seguir así, sin que nada nos distraiga.
Cáritas: ¿Qué responsabilidad tenemos los ciudadanos, y en concreto los católicos, con las personas que viven en situaciones de pobreza e injusticia?
Enrique Carrero: Por razones de caridad y de justicia, un cristiano, en la medida de sus posibi- lidades, tiene que preocuparse y echar una mano a sus hermanos más necesitados. No solo en el aspecto económico. Así nos lo enseño Jesús y así lo vivían los primeros cristianos.