Diaconía 212

Que nada de este mundo nos resulte indiferente La revista que tiene entre sus manos supone, en primer lugar, proseguir en la línea de las publicaciones que, durante tantos años, ha venido divulgando Cáritas Diocesana de Cuenca, pero con un nuevo diseño.
En Cáritas, como testigo directo de la realidad social de nuestra provincia y, desde el compromiso con la caridad y la justicia social, comenzamos un nuevo curso escolar con el objetivo de continuar trabajando en nuestro Ser, dando respuesta a los últimos y no atendidos.
Para ello, contamos con la labor incondicional de un equipo humano, voluntarios y profesionales, que ponen el acento en el trabajo en equipo. Siempre con el fin de trabar, progresivamente, las relaciones de Cáritas Diocesana de Cuenca con los distintos Arciprestazgos y Cáritas Parroquiales de la Diócesis de Cuenca, que redunde en servir mejor a nuestra misión. Es preciso recordar que un comportamiento solidario sirve, entre otras cosas, para paliar el sufrimiento y reducir los costes en aquello que está en nuestra mano lograr. Y también para aprender que es más sensato cooperar que buscar el máximo beneficio individual a costa de los demás, perjudicando con ello especialmente a los más débiles.
En Cáritas Diocesana de Cuenca, a través de un verdadero encuentro con los más vulnerables, pretendemos dar lugar a un verdadero compartir que, al final, se convierte en un estilo de vida. Como cristianos no podemos ignorar la realidad social y no debemos amar solo de palabra, sino también con obras. Y esto lo podemos conseguir si recordamos que la vida es trabajo, esfuerzo y tesón, en donde tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos a la sociedad.
Nada de este mundo nos resultará indiferente (Laudato Si, Papa Francisco). Éste será nuestro camino durante este curso escolar, donde trabajaremos para defender los derechos de todos a acceder al bien común, en una Casa común, porque Cáritas no entiende de muros ni de fronteras. Gracias a todos los que hacen posible el quehacer de Cáritas.

 

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Que nada de este mundo nos resulte indiferente

La revista que tiene entre sus manos supone, en primer lugar, proseguir en la
línea de las publicaciones que, durante tantos años, ha venido divulgando Cáritas Diocesana de Cuenca, pero con un nuevo diseño.
En Cáritas, como testigo directo de la realidad social de nuestra provincia y,
desde el compromiso con la caridad y la justicia social, comenzamos un nuevo
curso escolar con el objetivo de continuar trabajando en nuestro Ser, dando
respuesta a los últimos y no atendidos.
Para ello, contamos con la labor incondicional de un equipo humano, voluntarios y profesionales, que ponen el acento en el trabajo en equipo. Siempre con el fin de trabar, progresivamente, las relaciones de Cáritas Diocesana de Cuenca con los distintos Arciprestazgos y Cáritas Parroquiales de la Diócesis de Cuenca, que redunde en servir mejor a nuestra misión.
Es preciso recordar que un comportamiento solidario sirve, entre otras cosas,
para paliar el sufrimiento y reducir los costes en aquello que está en nuestra
mano lograr. Y también para aprender que es más sensato cooperar que buscar el máximo beneficio individual a costa de los demás, perjudicando con ello especialmente a los más débiles.
En Cáritas Diocesana de Cuenca, a través de un verdadero encuentro con los
más vulnerables, pretendemos dar lugar a un verdadero compartir que, al final, se convierte en un estilo de vida. Como cristianos no podemos ignorar la realidad social y no debemos amar solo de palabra, sino también con obras. Y esto lo podemos conseguir si recordamos que la vida es trabajo, esfuerzo y tesón, en donde tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos a la sociedad.
Nada de este mundo nos resultará indiferente (Laudato Si, Papa Francisco).
Éste será nuestro camino durante este curso escolar, donde trabajaremos para
defender los derechos de todos a acceder al bien común, en una Casa común,
porque Cáritas no entiende de muros ni de fronteras.
Gracias a todos los que hacen posible el quehacer de Cáritas.