Noticia11/06/2020

Los servicios de acogida de Cáritas atendieron el pasado año a 1.050 personas

En octubre de 2019 Cáritas Regional de Extremadura presentaba el Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en Extremadura, donde destacaba una sociedad cuya cronicidad de la pobreza y la exclusión ponían de manifiesto la escasa capacidad de muchas familias para soportar un envite como el que se había iniciado años atrás. A día de hoy, cuando muchas personas aún no se habían recuperado de la crisis anterior, se están viendo afectadas por la actual crisis sanitaria que, tendrá sus peores consecuencias en el ámbito de lo social. 
 
En 2019 se atendieron casi a un 7% más de familias (1.050) que, en el ejercicio anterior, desde los servicios de acogida de las 96 Cáritas Parroquiales repartidas por toda la Diócesis. Y como transmitieron el pasado 25 de mayo en nota de prensa, solo en mes y medio de pandemia, se han atendieron el 63% del total de todo el 2019.  El perfil de las personas que acuden a estos servicios de acogida es bastante similar al de años anteriores, destacando un ligero aumento en el número de mujeres y una menor presencia de menores en las familias, dato que contrasta con lo sucedido durante la crisis del Covid, donde el 77% de las familias atendidas tienen algún menor entre sus miembros. Algo muy destacable es que durante el 2019 ha habido un repunte de la atención a la población inmigrante, fruto de los déficits que presentan los planes oficiales de atención a inmigrantes y refugiados.  
 
Acompañamiento a través de la atención especializada 
 
Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres mantiene intacta su identidad al promover el ejercicio de la caridad y el sentido de la justicia, trabajando por la defensa de los derechos humanos. El acceso al empleo, la vivienda, la salud, la educación, etc.  Para ello, desarrolla sus actividades a través de programas basados en el acompañamiento especializado.  
 
Desde el programa de empleo se han atendido en 2019 a 670 personas con un total de 2.510 intervenciones encaminadas a lograr su inserción laboral. Todas estas intervenciones están enmarcadas en un itinerario individualizado que comprende desde la acogida y la orientación hasta la inserción laboral. Cabe destacar que el 60% de las personas usuarias del programa no tienen la ESO, motivo por el que el programa ha seguido apostando por la formación para el empleo como la mejor vía para salir de la 
exclusión, llevando a cabo diversos talleres de atención sociosanitaria, hostelería, limpieza, trabajos del hogar, etc. Además, en su tarea de intermediación, ha gestionado 200 ofertas con empresas y empleadores, logrando hacer efectiva y real el acceso al mercado ordinario de 143 personas. 
 
En la exclusión más severa, donde se encuentran las personas sin hogar, Cáritas apuesta por el trabajo de procesos de recuperación personal y social en dos ámbitos diferentes pero conectados entre sí: la intervención directa con personas en situación de sin hogar y la sensibilización hacia la sociedad visibilizando las circunstancias en la que viven más de 40.000 personas en España. Durante el 2019 el Centro de Acogida, Centro Vida, ha tenido una ocupación del 96%, atendiendo a un total de 311 personas, con una permanencia en él, de una media de 17 días. 
 
Otro colectivo de los que más sufre la exclusión es el de las personas migrantes, a los que se da respuesta mediante la información, orientación y asesoramiento con el objetivo de alcanzar la normalización administrativa, además de ofrecerles espacios para la participación en otras acciones encaminadas a la promoción y la integración como son los talleres de cultura, habilidades personales y sociales, clases de castellano, etc., con el fin de lograr su inserción social y laboral. Además, Cáritas cuenta con dos pisos de acogida, ante las respuestas ineficientes del Estado que continúa dejando fuera del sistema a muchas de estas personas, en los que se alojaron 13 personas. Durante el año 2019 han sido atendidas desde el programa 358 personas. 
 
La soledad es la circunstancia que más negativamente afecta a las personas en general y a las personas mayores en particular. El deterioro que ésta produce, unido al que sufren por la evolución natural de la vida humana, desde Cáritas es combatido con el acompañamiento y la atención que prestan los voluntarios de las Cáritas Parroquiales, y desde el servicio de ayuda a domicilio que presta apoyo para el desarrollo de las actividades de la vida diaria. Durante 2019 se atendieron desde este servicio desde este servicio a 44 mayores. 
 
Por otro lado, desde el programa de familia se han desarrollado planes de intervención con 123 personas, que buscan el desarrollo integral de todos los miembros de la familia, así como talleres donde aprender a mantener relaciones sanas entre ellos y de éstos con su entorno social, en los que han participado 52 personas entre padres y niños. En cuanto al colectivo mujer concretamente Cáritas acompaña a distintos grupos repartidos por toda la Diócesis, desde los que se impulsan las relaciones personales mediante talleres de autoconocimiento y crecimiento personal, salud y adquisición de habilidades, en los que han participado 63 mujeres.  
 
El trabajo que desarrolla Cáritas también, con las personas privadas de libertad o con aquellas que deben cumplir con medidas alternativas a la prisión, lo hace en colaboración con Instituciones Penitenciarias y en cooperación con Pastoral Penitenciaria, cuyos voluntarios desarrollan diversas actividades dentro de prisión de las que se han beneficiado 104 personas. Igualmente, y con el fin de lograr el cumplimiento de condenas que no requieren una medida privativa de libertad, Cáritas es centro colaborador para el desarrollo de trabajos en beneficio de la comunidad, en 2019 han sido 16 personas las que han desarrollado estos trabajos.    
 
Inversión 
 
Para el sostenimiento de toda esta actividad Cáritas cuenta con la inestimable ayuda de la comunidad cristiana, la sociedad civil, administraciones públicas y entidades privadas. Detrás de los números hay muchos rostros y muchos esfuerzos para hacer de este mundo y lugar mejor para la convivencia.  
 
Cáritas Diocesana para la gestión de su actividad respecto de los programas especializados ha invertido un total de 1.115.458 €, al igual que en el año anterior, el 59% procede de financiación pública y el 41% de financiación privada.   
 
Quienes lo hacen posible 
 
Si de algo se siente orgullosa la institución de Cáritas es de los: 794 voluntarios, 33 trabajadores, 316 socios y 305 donantes, así como de las entidades y empresas que colaboran en el sostenimiento de nuestra actividad.  
 
Podemos hablar de que la solidaridad está viviendo un nuevo resurgir. Siendo claro que en épocas de crisis la sociedad española reacciona y se demuestra a sí misma que, tiene una gran capacidad para generar redes de ayuda más allá de las formales. Sin embargo, es importante hacer un llamamiento a seguir aunando esfuerzos para que este valor no sea temporal, si no que cale hondo en los cimientos de la reconstrucción social que necesitamos, generar nuevos estilos de vida donde el bien común, el compartir, la comunidad, la proximidad, la vinculación, lo público, la familia, la vecindad, contribuyan a la calidad moral que nuestra sociedad se merece.  
 

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