Cooperación

Ayuda a los refugiados de Myanmar en Tailandia

Apoyamos a la población para que desarrollen medios de vida sostenibles.

El proyecto en un vistazo

    • Quién lo hace: COERR-Cáritas Tailandia.
    • En qué consiste: Promover medios de vida y oportunidades sostenibles para los refugiados de Myanmar acampados durante largo tiempo en la frontera con Tailandia y que están en espera de una posible repatriación.
    • Quién participa: 3.967 personas desplazadas
    • Presupuesto: 1.569.032 €, cofinanciado por la Unión Europea.

Líneas de trabajo

Afianzar los aprendizajes y
las iniciativas de proyectos productivos agrícolas y ganaderos.
Fortalecimiento de capacidades para un eventual retorno y preparación para la vida fuera del campo de refugiados.

Actividades que realizamos

  • Formación en cultivo de vegetales y cría de animales de manera orgánica.
  • Formación en cooperativismo, liderazgo, contabilidad básica y conceptos básicos de emprendimiento y marketing.
  • Formación específica en centros formativos tailandeses a agricultores con conocimientos avanzados.
  • Creación de bancos de animales y cooperativas agrícolas gestionadas por la comunidad.
  • Apoyo técnico a la ejecución de actividades de medios de vida, seguimiento personalizado y supervisión.
  • Formación a líderes de campo y Comités de medios de vida.
  • Fomento del dialogo con actores relevantes en Myanmar ante el escenario de retorno.
 
 
Mi vida ha cambiado a mejor
Saw Christ Poe
 
 
Orgullosa de ser la cabeza de la familia
Naw Dee Paw

En 1984 se produjo la primera llegada de desplazados externos desde Myanmar, expulsados por los conflictos armados entre el gobierno birmano y varios grupos étnicos.

Actualmente, la población total acogida en 9 refugios temporales a lo largo de la frontera tailandesa es de 93.412 personas aproximadamente; ninguna de ellas tiene el estatus de refugiado porque Tailandia no es firmante de la Convención Internacional para los Refugiados.

El gobierno tailandés provee el espacio para los campos y la seguridad, pero es la comunidad internacional la que suministra la ayuda para el mantenimiento de la población.

Ante una situación tan prolongada en el tiempo, la ayuda internacional se ha ido reduciendo progresivamente, hasta el punto de que actualmente la canasta básica de alimentos secos que se suministra está por debajo de los estándares de Sphere.

En paralelo, el cambio político en Myanmar y la firma del alto el fuego con algunos ejércitos étnicos hace pensar que el momento de la repatriación está más cercano, escenario que debe integrarse en la estrategia de intervención en la forma de preparación para el futuro en Myanmar.

La repatriación voluntaria, junto con el reasentamiento en terceros países (muy limitado hoy en día a pocos casos urgentes) y la integración en el mercado laboral tailandeses son las tres “soluciones duraderas” identificadas por la comunidad internacional para este colectivo de refugiados. Sin embargo, la emergencia por la pandemia de COVID-19 puede afectar a sus esperanzas de empezar una vida digna fuera de los campos en el corto plazo.

El proyecto se basa en una experiencia de 15 años de la contraparte local implementando un programa de producción agrícola siempre desde la perspectiva de la construcción de capacidades, el desarrollo comunitario y la inclusión de los individuos más vulnerables.

Ante una situación tan prolongada en el tiempo, el reto no es únicamente seguir suministrando a las personas desplazadas ayuda en cantidad y calidad suficientes, sino promover la reducción de la dependencia de la ayuda y el incremento de sus capacidades y oportunidades para desarrollar estrategias que les permitan vivir con dignidad, tanto dentro como, en un futuro, fuera de los campos. 

Este proyecto ha sido co-financiado por la Unión Europea.

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