Entrevista al Teniente General Barbudo, director de Cáritas Castrense
El teniente general Rafael Barbudo es el director de Cáritas Castrense desde marzo de 2017, organización a la que pertenece desde sus inicios, en 2014, como coordinador del Área de Planificación y Programación del Órgano Central.
“Al principio del camino”
El teniente general Rafael Barbudo es el director de Cáritas Castrense desde marzo de 2017,organización a la que pertenece desde sus inicios, en 2014, como coordinador del Área de Planificación y Programación del Órgano Central.
Durante su trayectoria militar ha ocupado diversos destinos en España y en el extranjero, tanto en unidades operativas como en departamentos del Ministerio de Defensa y del Cuartel General del Ejército, entre ellos podemos destacar su puesto como Agregado Militar en la Embajada de España en Washington, jefe de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), jefatura de Estado Mayor del Cuartel General de la OTAN en Verona y Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército.
Toda actividad personal tiene un inicio y un posterior desarrollo, por tanto, nos podría decir ¿Cómo conoció usted Cáritas Castrense?, ¿Cómo se integró en la Organización?
Yo me integre en Cáritas Castrense desde los primeros momentos porque el anterior director, Manuel Bretón, es compañero mío de promoción y muy amigo, Así que en el momento en que recibió el encargo, de parte del Arzobispo Castrense, D. Juan del Río, de crear esta Cáritas Castrense acudió a los más amigos, a las personas con las que tenía más confianza, y entre las que estaba yo.
El inicio fue con un equipo muy pequeño, pero muy entusiasta, porque nos gustó mucho la idea y así empezamos a trabajar y a idear la manera de ponernos en marcha. Teníamos de base el proyecto de estatutos sobre el que había trabajado durante cierto tiempo el páter Francisco Bravo, vicario episcopal del Ejército de Tierra y entonces Delegado de Cáritas Castrense. Ese documento sirvió de base para conocer cuál sería nuestro campo de actuación. Y ahí empezó la andadura.
Cuándo asumió la dirección de Cáritas Castrense, ¿Con cuántos Centros Parroquiales de Cáritas Castrense se encontró?
Como yo estaba en el inicio de Cáritas Castrense participe en la creación de ese embrión y lo primero que hicimos fue redactar un documento básico que le llamamos ideario donde se plasmaba el ámbito donde creíamos que se debía trabajar. Este concepto estimábamos que era muy importante ya que no somos una Cáritas diocesana y tenemos muchísimas particularidades, tampoco sabíamos muy bien donde nos estábamos metiendo y como iba a ser ese recorrido.
Entonces empezamos, antes de hacerme yo cargo, con un par de Cáritas parroquiales, la de Nuestra Señora de La Dehesa de Madrid y la organización de Granada, A partir de ahí hicimos un plan de implantación, con ciertos tintes militares, como es natural, en el que introducimos todos aquellos deseos, todas aquellas ideas que pensábamos que eran esenciales para poder desarrollarnos. Aquello costó bastante porque el grupo estuvo casi un año deliberando que íbamos a hacer, como lo íbamos a hacer y con qué medios.
¿Ahora mismo con cuantas Cáritas parroquiales contamos?
Desde las dos iniciales, ya mencionadas. Pasamos a las diez o doce que eran la existentes cuando me hice cargo de la dirección, ahora estamos nominalmente en 31 Cáritas parroquiales. Digo nominalmente porque alguna de ellas está en periodo de transición o periodo de formación de tal forma que totalmente operativas tenemos 21.
¿Cuántos voluntarios están implicados en estas Cáritas?
En total en toda la institución, son aproximadamente 200 voluntarios, en esta cifra están incluidos los que aportan su trabajo aquí, en el órgano central, y aquellos otros que realizan sus labores en las distintas Cáritas parroquiales distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional.
¿Cuál es el origen y las funciones de los voluntarios?
Tenemos voluntarios de todo tipo, para ser voluntario de Cáritas Castrense no es necesario ser católico, puede ser cualquier persona del entorno militar que respete las ideas, las directrices y los principios de la institución. Normalmente son militares, guardias civiles o policías nacionales, en activo, los menos, porque su trabajo habitualmente no se lo permite, o que están en la situación de reserva o retiro. Y también familiares de militares o personal civil que desean colaborar con nosotros.
La página web de Cáritas Castrense publica las cuentas anuales de la organización. ¿Cuáles son las mayores aportaciones que reciben?
Cáritas Castrense recibe aportaciones de socios y de donantes, recibimos la ayuda, de forma fija de alrededor de 170 personas. También recibimos algunos apoyos de forma esporádica y de algunas empresas que hacen sus donativos de forma puntual.
Otra fuente de ingresos es la administración militar, en concreto el Ejército de Tierra y el Ejército del Aire, que anualmente nos hacen una aportación destinada a familias con situaciones económicas delicadas, normalmente viudas, retirados o personas con alguna discapacidad. Con esos fondos Cáritas Castrense pretende paliar las necesidades de las unidades familiares con gran penuria.
¿Cuáles son sus relaciones con Cáritas española?
Cáritas española es una confederación formada por las Cáritas Diocesanas. Nosotros fuimos admitidos en el año 2014 como un miembro más de la confederación somos una caritas diocesana más.
¿Eso significa que tienen proyectos en común?
Sí, colaboramos con ellos. Cada Cáritas es independiente, como he dicho anteriormente, forman parte de una confederación y, por tanto, son apoyadas por los servicios generales de Cáritas española. Nosotros concretamente tenemos actuaciones. proyectos y organización comunes.
Ustedes están desarrollando proyectos más allá de nuestras fronteras, en las poblaciones cercanas a los destacamentos españoles, como por ejemplo en Malí y Líbano. ¿hay alguno más?
Así es, como es sabido, los contingentes militares españoles, desde siempre, han apoyado a la población civil que vive cerca de nuestros destacamentos. Cáritas castrense desde hace unos años colabora con las Fuerzas Armadas, a través de los canales oficiales. Para reforzar ese apoyo a los necesitados en las zonas de despliegue, nos encargamos de la recopilación de material humanitario a través de nuestras Cáritas parroquiales prepararlo y en coordinación con el Ministerio de Defensa enviarlo a las zonas donde es requerido.
Además, tenemos otra serie de intervenciones puntuales principalmente en Malí y Líbano. En Líbano, por ejemplo, colaboramos desde hace tiempo en Marjayoun, zona donde se encuentra la base española “Miguel de Cervantes”, en la escolarización de niños cristianos que sin nuestra ayuda no podrían hacerlo.
En Malí hemos colaborado en la construcción de un edificio polivalente, entre cuyas virtudes está su capacidad para ser escuela. Esta construcción ha sido posible gracias al trabajo de las Cáritas parroquiales y al apoyo de profesores y alumnos de la Academia General Militar de Zaragoza.
¿Cuáles son los proyectos para el futuro?
En el futuro vamos a desarrollar y ampliar lo que estamos iniciando ahora, porque en realidad todavía estamos empezando en todo, como es natural. Fundamentalmente un primer proyecto denominado ayuda a personas y familias necesitadas que servirá para que puedan solicitarnos cualquier tipo de apoyo y nosotros se lo daremos, y en caso de que este fuera de nuestro alcance buscar los medios para solventar cualquier necesidad. Pero siempre contaran con nuestro apoyo y calor que, creo, todos necesitamos. Este es el primer proyecto que es un cajón de sastre para las peticiones que nos hagan o que nosotros encontremos.
También tenemos el proyecto, importante proyecto, de asistencia a personas mayores, que lleva funcionando año y medio, mediante el que ofrecemos sobre todo acompañamiento. Cuando una persona, por ejemplo; tiene que desplazarse para una consulta médica, para realizar un trámite o en su propio hogar, para que no estén solos. Estas actividades las desarrollamos con aproximadamente 60 voluntarios de los servicios centrales y de Cáritas parroquiales y en este tiempo han sido más de 90 las personas atendidas.
Hay un tercer proyecto, que hemos iniciado este año, dirigido a las personas que tienen algún tipo de discapacidad física o intelectual. Es una tarea difícil, pero estamos teniendo buenos resultados, estamos contentos con ello.
Para este proyecto estamos colaborando con el CEISFAS, (Centro Especial del Instituto Social de las Fuerzas Armadas) en diversas áreas como es el programa respiro dirigido a familias de las personas con discapacidad, con actividades culturales o de ocio.
Y el cuarto apartado es el ya mencionada de cooperación en operaciones internacionales
¿Cuáles son los casos más llamativos con los que se han encontrado?
Aunque inicialmente la gente no lo crea, yo no lo creía cuando me hice cargo de esta responsabilidad, hay mucho necesitado en la sociedad y en nuestro ámbito castrense también. Se piensa que con una pensión o con un sueldo ya no existen las carencias. Eso es verdad si no ahondas, pero nuestra misión es ahondar y entonces encontramos muchos casos, por ejemplo, la situación de una viuda de militar con una pensión muy exigua con dos hijos con discapacidad severa y otros dos hijos en el paro, viviendo todos en la misma casa.
También tenemos el caso de los soldados, en muchas ocasiones agravados por familiares con alguna discapacidad. En este apartado podemos mencionar la situación de una soldado, separada, con dos hijos, uno de ellos con discapacidad, que debe cumplir su jornada laboral, encargarse de llevar al colegio a los niños y de pagar un alquiler. Esa mujer está angustiada y necesita nuestra ayuda.
Podemos mencionar también la situación protagonizada por un migrante afgano que fue interprete de las Fuerzas Armadas españolas en su país, esta persona tuvo que salir de allí porque estaba identificado y su vida, y la de su familia, corrían peligro así que vino con su familia a España.
En España necesita iniciar los trámites para solicitar el asilo político que se demora varios meses, durante este tiempo hay que atenderles, pero también acompañarles y arroparles porque esta angustiosa situación se ve agravada por la enfermedad de uno de sus hijos. Es un ejemplo más de los variados problemas a los que nos enfrentamos en Cáritas Castrense.