Colecta relámpago de la CPC de Ichaurrondo y Cáritas Castrense
Esta Semana Santa se organizó una “colecta relámpago” cuyos beneficios se han entregado a proyectos de Cáritas Diocesana para acogida de personas “sin techo”.
Apoyo de la CPC de Inchaurrondo junto a Cáritas Castrense de Guipúzcoa a los vecinos afectados por COVID-19
Esta Semana Santa se organizó una “colecta relámpago” cuyos beneficios se han entregado a proyectos de Cáritas Diocesana para acogida de personas “sin techo”.
A petición del “Banco de Alimentos” se trasladaron unos 3.000 kilos de víveres desde Oyarzun a la “Fundación ADRA” del barrio de Inchaurrondo, cuyo comedor social atiende a unas 70 familias.
Entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección se impulsó una campaña de apoyo a Cáritas ante la emergencia social derivada del COVID-19, para lo cual se organizó una “colecta relámpago” en la que se recogieron las aportaciones de guardias civiles de todos los cuarteles de la provincia de Guipúzcoa. Días antes la prensa local había publicado que debido a las medidas de confinamiento las demandas de asistencia por parte de Cáritas a personas sin hogar habían aumentado. Sin embargo, la suspensión del culto en el marco del estado de alarma tendría el efecto de que las parroquias donostiarras no iban a poder destinar, como es habitual, la colecta del Jueves Santo a Cáritas Diocesana.
Por eso se convocó esta “colecta relámpago” bajo el siguiente objetivo: <<EL COVID-19 Y EL CONFINAMIENTO DOMICILIARIO HA DEJADO A MUCHOS “SIN TECHO” AÚN MÁS DESAMPARADOS. CÁRITAS SIGUE ATENDIÉNDOLES PERO NECESITA RECURSOS>>. El resultado: Más de dos mil cien euros (2.144,65 €) que nuestro capellán castrense entregó en la parroquia San José de San Sebastián para Cáritas Diocesana.
Días después, el Director de Cáritas Castrense Guipúzcoa trasladó a la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia una petición de apoyo que acababa de recibir desde la sede del “Banco de Alimentos” en Oyarzun (Guipúzcoa), exponiendo que debido a los problemas logísticos que, debido a las restricciones derivadas del estado de alarma, les planteaban las empresas de transporte con las que habitualmente trabajan, tenían más de 3.000 kilos de comestibles que no podían hacer llegar a su destino en el barrio de Inchaurrondo, un comedor social de la Fundación ADRA1, que reparte desayunos a personas sin techo y alimentos a 70 familias en situación de vulnerabilidad; suministro que inmediatamente se dispusieron a realizar entre el Páter y varios guardias civiles de Inchaurrondo.