Sumamos fuerzas por el trabajo decente
Compartimos la iniciativa Iglesia por el trabajo decente de la que somos promotores junto otras organizaciones.
Se acerca el 1 de mayo y con ello la celebración de la fiesta de san José obrero y el día internacional de los trabajadores y las trabajadoras. Por ello, la iniciativa Iglesia por el trabajo decente (ITD), en la que Cáritas es promotora, lanza un manifiesto para reivindicar el estado del trabajo España, en torno a situaciones como la calidad del empleo, los niveles de desempleo, la pobreza laboral existente, las redes de protección social, los salarios, la seguridad y la salud laboral, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la empresas, el descanso, etc. Porque todas estas características que definen el trabajo decente son una preocupación y una prioridad de la Iglesia, en palabras del papa Francisco.
Os copiamos algunas de las reivindicaciones de este manifiesto que hemos extraído de Iglesia por el trabajo decente
- La persona se sitúe en el centro de la vida política, de las relaciones laborales y del trabajo.
- La protección del derecho al trabajo decente posibilite un desarrollo integral de la persona, donde el trabajo sea generador de dignidad para la vida.
- Igualdad de oportunidades y trato para todos los hombres y todas las mujeres.
- El trabajo permita desarrollar nuestra vocación y aportar nuestros dones a la construcción de la sociedad desde el bien común.
- El reconocimiento del trabajo reproductivo, que ponga en valor aquellos trabajos de cuidados que posibilitan y sostienen la vida.
- Seguridad y salud con unas condiciones laborales que no atenten contra la integridad física y psíquica de la persona.
- Libertad en la empresa para que, como personas expresemos nuestras opiniones, podamos ejercer nuestro derecho a organizarnos colectivamente y participemos de las decisiones que afectan a nuestras vidas.
- Conciliación real laboral y familiar, mediante la creación de ritmos y mecanismos que posibiliten el desarrollo integral de la persona.
- El acceso a los derechos para una vida digna, como sanidad, vivienda, educación, o protección social entre otros, no esté condicionado a tener o no un trabajo.