El hambre amenaza a millones de personas en Sudán del Sur
Hemos hablado con el director de la Cáritas nacional, Gabriel Yai Avop.
Casi seis años de conflicto armado están llevando al país más joven de África al abismo. Desde que en 2013 comenzase un enfrentamiento entre el partido gobernante y el de la oposición para hacerse con el control de Sudán de Sur, la crisis política se fue convirtiendo rápidamente en una crisis humanitaria espoleada por la violencia, cada vez más generalizada y con más grupos armados, la inestabilidad económica y la inseguridad alimentaria.
Guerra y escasez agraria, la tormenta perfecta
De hecho, a pesar de que los actores en conflicto hayan firmado el alto al fuego varias veces a lo largo de estos años –el último en junio de 2018–, los combates han aumentado durante estos meses en el norte y el sudeste del país.
La FAO ha advertido de que el conflicto y el desplazamiento de población que este acarrea, sigue afectando a la producción de alimentos, mermando la cabaña ganadera y limitando la producción agrícola, que también está sufriendo los periodos prolongados de sequía, las inundaciones, las enfermedades de los cultivos y las plagas.
Tres agencias de la ONU (el Programa Mundial de Alimentos, la FAO y Unicef) alertan de que siete millones de personas en Sudán del Sur podrían sufrir inseguridad alimentaria aguda en el punto álgido de la temporada de carestía (entre mayo y junio). De hecho. el porcentaje de personas con inseguridad alimentaria proyectada en este periodo (con un 61% a finales de julio) es la más alta jamás registrada.
De esta dramática realidad que vive (una vez más) Sudán del Sur, hemos hablado con el director de su Cáritas nacional, Gabriel Yai Avop. “La situación política en el país es tensa e impredecible. El partido de la oposición ha pedido posponer al menos seis meses la formación del Gobierno de unidad nacional acordado en 2018, mientras que el presidente Salva Kiir aboga por aplazarlo un año debido, según dice, a la dificultad de desarmar e integrar a los rebeldes en las Fuerzas Armadas. Al mismo tiempo los rumores que han surgido acerca de los planes para derrocar al régimen actual mediante manifestaciones pacíficas, han llevado al Gobierno a desplegar al Ejército en las calles de la capital, Juba”, explica Gabriel Yai Avop.
Esta espiral de violencia, la vulneración de los derechos humanos y la hambruna han provocado la mayor crisis de refugiados desde el genocidio de Ruanda de 1994. Según la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), el número de refugiados que se han visto obligados a abandonar Sudán del Sur es de 2,2 millones, mientras que los desplazados internos son ya 2 millones de personas. La mayor parte los refugiados han huido a países vecinos como Kenia, Uganda, Etiopía y República del Sudán.
Además, Sudán del Sur, acoge en su territorio a un gran número de refugiados procedentes de la República Democrática del Congo y del vecino sudanés del norte.
Llamamiento de ayuda urgente
Para intentar hacer frente a esta enorme crisis humanitaria y paliar las consecuencias de la misma entre las comunidades más vulnerables, Cáritas Sudán del Sur ha lanzado a la Confederación Internacional un PCA (llamamiento para crisis prolongada) para el periodo 2019- 2021, que en este primer año tiene un presupuesto total de 2.179.892 euros. Cáritas Española ha aportado 100.000 euros de su Campaña del Cuerno de África.
Según nos contó Gabriel Yai Avop, este programa tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las comunidades de acogida a desplazados y retornados a través de la seguridad alimentaria, la recuperación de medios de vida y la construcción de procesos de paz y reconciliación. Cubrirá las siguientes áreas de intervención: asistencia alimentaria de emergencia, materiales de refugio y bienes de primera necesidad, semillas y herramientas agrícolas y actividades de construcción de la paz.
Cuando la guerra estalló en 2013, Cáritas Sudán del Sur, en colaboración con nuestra red internacional, puso en marcha el primero de varios llamamientos de emergencia que se han repetido todos los años siguientes sin excepción. Y durante este tiempo Cáritas Española ha apoyado todos esos programas de ayuda humanitaria a la castigada población sudanesa