Presentación de la memoria de 2019
Cáritas detecta un cambio de rumbo durante 2019, en el que se incrementa el número de hogares, de las cuales, un 10 % acudieron a Cáritas por primera vez.
Esta mañana tenia lugar en la Sede de los Servicios Diocesanos de Cáritas en Asturias la presentación de la memoria de actividad del año 2019. Esta corrió a cargo de Ignacio Alonso, Director de Cáritas Diocesana de Oviedo, MariLuz Baeza, Secretaria General y Carmen Álvarez, responsable del Servicio de Análisis y Estudios. En un segundo momento se hizo referencia al acompañamiento que se realizo durante el estado de alarma.
Durante 2019 Cáritas Diocesana de Oviedo atendió a un total 16227 personas, tanto en los programas especializados de la institución como en la atención desde los equipos de las Cáritas Parroquiales.
En el caso de las familias que acuden a las Cáritas Parroquiales, contrario a la tendencia de disminución en el número de hogares que se venía presentando desde 2015, Cáritas detecta un cambio de rumbo durante 2019, en el que se incrementa el número de familias, sumando 12382 personas, de las cuales, un 10% acudieron a Cáritas por primera vez.
Otra característica importante de las familias atendidas en 2019 es que un 43% de los hogares son hogares con menores y casi la mitad de ellas son familias monoparentales. 1254 son hogares de personas migrantes, en su mayoría procedentes de Venezuela, Colombia y otros países de América Latina, solicitantes de protección internacional, con una trayectoria y una cualificación profesional en sus países de origen. Se trata de un nuevo perfil.
Por otro lado, las mujeres son quienes más acude a solicitar ayuda, un 66 % y un 25%, las personas que viven solas.
Cada familia y persona, recibe un acompañamiento personalizado, en muchas ocasiones no es ayuda material lo que demandan, sino información, orientación y apoyo. Este tipo de acompañamiento se incrementa con respecto al año anterior (un 24%). Con respecto a la ayuda material, descienden las demandas en alimentación y se incrementan las relacionadas con la vivienda en concreto, pago de alquiler e hipoteca y las relacionadas con la salud y las gestiones administrativas.
El total de recursos invertidos por Cáritas en 2019 es de 6.512.773 euros.
La crisis actual está exigiendo un sobreesfuerzo a toda la ciudadanía, así como a instituciones públicas y privadas. La crisis sanitaria, está teniendo consecuencias sociales que sufrirán con mayor rigor las familias en situación de exclusión y las que han estado al borde de la misma estos últimos años, muchas de las cuales no se habían recuperado de la crisis anterior.
Cáritas, al inicio del estado de alarma reorganizó su forma de atención y acompañamiento y mantuvo abiertos los centros residenciales y los pisos de acogida a las familias y personas. Los voluntarios y profesionales de Cáritas atendieron telemáticamente a 1338 hogares, beneficiando a 4014 personas. Una mayoría de ellas venían siendo acompañadas por Cáritas, sin embargo, el 26% nunca antes habían acudido.
En los meses de marzo y abril se duplica, con respecto a los meses anteriores (enero y febrero) el número de personas que acuden a solicitar ayuda a Cáritas por primera vez, un total: 352 hogares y 774 personas. En esos mismos meses se invirtieron un total de 113.413 €, fueron ayudas que se venían prestando y que la institución decidió adelantar para que las familias pudieran afrontar el estado de alama.
Debido a la buena cobertura por parte de los Servicios Sociales, que han flexibilizado los criterios para acceder a ayudas y se han agilizado los trámites, ha hecho posible que Cáritas pudiera afrontar el adelanto de las ayudas que venía prestando. Sin embargo, a Cáritas le preocupa la diferencia de criterios en la atención a las personas en exclusión, en los ámbitos locales.
Cabe destacar la puesta en marcha del ingreso mínimo vital, que, al configurarse como un derecho, contempla algo que era demandado por el sector social y por el Comité Europeo de Derechos Sociales, como es el que el tiempo de duración de la prestación vaya ligado a la situación de necesidad y que permanezca mientras esta situación no cambie. Además, cumplirá, una función de factor de estabilizador automático en las épocas de crisis, al generar una base mínima de protección para las personas que carezcan de ingresos, que se reducirá en momentos de bonanza cuando el empleo pueda recuperarse. Cáritas aboga por que se mantenga la flexibilización en tiempos y criterios de acceso a los recursos.