Cambiar la mirada
La voz de nuestros agentes. Manuel, del equipo de Cáritas Diocesana de Zaragoza de la parroquia de San Valero
Llevamos sesenta años acompañando a personas en situación o riesgo de pobreza y exclusión en la diócesis de Zaragoza, desde la defensa de sus derechos, el apoyo a sus necesidades y el empoderamiento de cada persona. El modelo de acción social de Cáritas habla de “entablar un encuentro verdadero, que sea de dos iguales en dignidad”. Es un cambio de mirada que nos explica Manuel, del equipo de Cáritas de la parroquia de San Valero, desde su testimonio personal:
«Hace ya bastantes años sentí la llamada a colaborar en el equipo de Cáritas parroquial. Poco a poco comenzaron a resonar en mi cabeza palabras como: criterios, necesidad de formación, «la buena voluntad no basta», trabajo en equipo, trabajo en red, no juzgar, acompañamiento, sentido de comunidad…Y comenzaron a repetirse las peticiones: alimentación, alquiler y otras más esporádicas hasta el punto que, prácticamente, mi mirada no abarcaba más que el aspecto material de las necesidades que llegaban. Comencé a experimentar la satisfacción de la ayuda concedida y la frustración de las denegadas.
En ese caminar empezó a llegar a mis oídos la expresión «cambio de mirada» y me di cuenta de que estaba priorizando el apoyo material sobre el resto de necesidades que lleva consigo cualquier persona en situación de vulnerabilidad. Todas ellas necesitadas de respeto, comprensión, empatía, aceptación, reconocimiento, escucha, acogida, (sin escucha no hay acogida), y empecé a situar el apoyo material como una necesidad más de las muchas que padece cualquier persona de las que acuden a nosotros. En ese sentido situé las visitas domiciliarias como una forma de estar con ellos, de ver cómo están, de transmitir que estamos de su lado. Poco a poco fui descubriendo, con este cambio de mirada, una manera de crear vínculo, más allá de la ayuda económica, y con el tiempo conseguir que la persona se abra para acompañarla hacia la salida del túnel. Desde el corazón, desde la fe en la persona, desde el tú puedes porque estoy contigo, creo en ti y sé que puedes levantarte».
Damos las gracias a Manuel por compartir su aprendizaje y dejarnos mirar con él su experiencia. Tú también puedes tender la mano: no nos cansaremos de repetir que cada gesto, cuenta.
#CadaGestoCuenta