La Plataforma de Apoyo a las Trabajadoras de Hogar de Albacete reflexionará en un acto de convivencia sobre la situación actual del colectivo
Con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras de Hogar, un año más, la Plataforma de Apoyo a este colectivo, integrada por Cruz Roja, USO y Cáritas Diocesana de Albacete, quiere reconocer de manera pública la labor que desempeñan cada día.
Limpian, planchan, cuidan de los niños y niñas, o de los mayores en casas ajenas… un papel social fundamental, pero todavía invisible y poco reconocido. Por este motivo, y coincidiendo con la celebración, el próximo 30 de marzo, del Día Internacional de las/os Trabajadoras/es de Hogar, un año más, la Plataforma de Apoyo a este colectivo, integrada por Cruz Roja, USO y Cáritas Diocesana de Albacete, quiere reconocer de manera pública la labor que desempeñan cada día. Lo hará con un acto de convivencia entre empleadas, empleadores y todas aquellas personas interesadas, que tendrá lugar, 28 de marzo, a las 17 horas, en la sede de Cáritas Diocesana de Albacete. Allí se abordarán los objetivos de la plataforma, se informará de los derechos y deberes del colectivo, la normativa, las tablas salariales de este año 2019… y además animará al colectivo a sumarse al movimiento asociaciones de empleadas de hogar en España “Sin nosotras, no se mueve el mundo”, para darles voz.
La Plataforma de apoyo a las/os Trabajadoras/es de Hogar se creó en febrero de 2006 con el objetivo de hacer visible la situación de desventaja y marginación laboral del colectivo con respecto al resto de trabajadores, y a la vez, demandar y apoyar un cambio en la normativa que las equiparase en derechos para conseguir mejorar sus condiciones. Aunque se han conseguido mejoras, la Plataforma sigue manteniendo como meta la equiparación total del colectivo con el resto de los trabajadores, reivindicando el derecho a cobrar prestación por desempleo que, a día de hoy, no tienen; la eliminación de los tramos de la Seguridad Social para ser incluidas en el régimen general; que se tenga en cuenta el domicilio como centro de trabajo, con la correspondiente actuación de la inspección de trabajo; más políticas públicas de cuidados y un mayor apoyo del estado. La Plataforma insiste en lo paradójico que resulta el hecho de que esta profesión sea una de las más desprestigiadas y al tiempo, una de las más importantes para el funcionamiento de la vida cotidiana.