Tómbola de Cáritas12/09/2019

Tómbola de Caridad: toda su vida en “pedacicos”

La Tómbola de Cáritas es un referente para muchas personas, en especial para Justo Carrión, un albaceteño que lleva años conservando minuciosamente parte de la historia de este proyecto.

…Y así es cómo la guarda, la conserva, la mima y la exhibe con profundo orgullo, un albaceteño que presume, coquetamente, de su edad: Justo Gallego.

Es un placer hablar con Justo de su vida, de sus recuerdos, de sus familiares, de su trabajo, relacionándolo todo ello con la Feria de Albacete.

Este hombre, chapista de profesión, vio nacer nuestra Tómbola de Caridad – no recuerda él bien- si en 1951 o 1952. Hay que decir que nuestro entrevistado es un coleccionista nato. Muy cuidadoso con sus numerosas colecciones, nos muestra en esta ocasión cantidad de recuerdos de nuestra tómbola a lo largo de los años.

 

Justo conserva desde premios no perecederos como llaveros ¡de todos los años!, bolígrafos, un juego de cucharillas de plata… hasta los primeros boletos de la Tómbola. En ellos, aproximadamente del tamaño de un sello de correos, se mostraba el rostro o la obra de algún artista famoso, Cervantes, Quevedo, La Mona Lisa, las Meninas…con el sencillo y tierno mensaje de “vale por un punto” en su reverso.

A nuestro entrevistado, le llueven los recuerdos de la primera Tómbola de Caridad, que ocupaba una caseta de madera, provisional, como las de las actuales tómbolas del paseo de la feria hasta que se construyó un edificio especial para ella. Recuerda que ya, desde entonces, tocaban muchos premios de alimentación, como chocolates o vinos, y de otros mayores ¡A su suegro le tocó un sofá y a su cuñado un aparato de radio!

La conversación con Justo trasciende en ocasiones la Tómbola y recuerda cómo su tío, que también era coleccionista, vendía en la feria grapadoras, máquinas de escribir…o cómo, a la salida de la Puerta de Hierros, le hicieron en cierta ocasión una caricatura, muy de moda en la época, luciendo unas gafas Amor, también de plena actualidad en los años 50 del siglo pasado.

En definitiva, este paisano guarda la memoria de la Tómbola de Caridad en “pedacicos”, como decimos nosotros, que colecciona para el disfrute de todos aquellos que recuerden con nostalgia su primera infancia.

¡Todo un lujo contar en Albacete con este entrañable y cuidadoso coleccionista de recuerdos, que ha querido compartir con nosotros generosamente!

¡Gracias, Justo Gallego!